Claudio Ramírez/escritor cooperativo

Los avances que ha venido teniendo el cooperativos ha sido evidente a lo largo de los años, a tal punto en que la raíz del cooperativismo se ha expandido en todo el mundo y este modelo de vida se ha convertido en la marca de las personas que tienen el interés de crecer de manera conjunta.

Remontando a los inicios del cooperativismo 1844, esta doctrina fue vista como el inicio de un modelo de desarrollo que evidenciaba crecimiento económico y social, lo que hizo entender a las sociedades que era la economía más transparente y plural que pudiera existir, ya que estaba fundamentada en un esquema de principios y valores actitudes que no existían en otro modelo de desarrollo.

Al pasar de los tiempos en muchos lugares del mundo empezó a cambiar el matiz, por el volumen de soluciones y bienestar que empezó a llegar a las familias más humildes, por el fomento de la educación y la estructuración de una empresa que no persigue el lucro si no el desarrollo y el empoderamiento.

Iniciando un recelo socioeconómico, con sectores financieros que empezar a observar el movimiento cooperativo como un ente de intermediación financiera y que fruto de las soluciones brindadas, se había convertido en una competencia, visto este evento en muchos países fueron empezadas a ser reguladas por la parte financiera, haciendo que muchas de estas pierdan parte de su esencia original.

Claudio Ramirez, escritor cooperativista.

Este evento ha sido la piedra de tropiezo del cooperativismo, ya que ha despertado en muchos cooperativistas o en muchas cooperativas el deseo de competir con los sectores financieros, e incluso hasta con otras cooperativas, violentando hasta el 6to principio.

En la actualidad lo que queremos es llamar a la reflexión de los cooperativistas, con motivo del día internacional del cooperativismo a que nuestra misión original no es la exhibir, un caudal económico o enormes estructuras, lo que debemos exhibir es cuál ha sido el bienestar que hemos llevado a los asociados, a las comunidades, pero sobre todo a nuestros países, volver al inicio de nuestro modelo de desarrollo sostenible, en lo social y evolutivo.

Preocuparnos por la responsabilidad social, no como una norma de cumplimiento, si no como una esencia que viene emanada de nuestra esencia y de igual modo volver a inculcar el cooperativismo de valores, el cooperativismo humano, sensible, solidario, pero sobre todo el cooperativismo nacido de la doctrina cristiana.

Feliz Día del Cooperativismo Internacional.

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