PUNTA CANA. La Cooperativa de Reciclaje Evaristo Ortiz, (COOPRECICLA) anunció que produce diariamente tres toneladas de madera sintética o plástica, que tiene ventajas sobre la madera orgánica y planteo que esta producción sea asumida por el sector cooperativo como forma de ayudar a sectores humildes a viviendas de más bajo costo, en base a un material superior a la madera orgánica y contribuyendo a reducir el impacto de los desechos plásticos en el ambiente.
Ramón Antonio Díaz dijo que la madera sintética ayuda a dar solución al problema de contaminación del ambiente por los desechos de ese material.
No es la primera vez que una organización social impulsa proyectos de producción de madera plástica o sintética. Ya antes lo ha hecho Habitad para la Humanidad y otras entidades, con proyectos que se han desarrollado en el Sur del país y en la provincia Espaillat, pero si es la primera oportunidad en que el enfoque ambiental de producción es asumido por una cooperativa.
Pero no importa…. lo trascendente es que la apuesta es oportuna, valida y un desahogo importante para el ambiente. Corresponde a las cooperativas unirse al proyecto, como dueñas del mismo, y sembrando el territorio nacional de plantas para producir madera sintética.
COOPRECICLA, bautizada con el nombre del primer ambientalista de Maimón, fundador de Cooperativa Maimón y de la Sociedad Ecológica local, presentó su producto, ante el II Congreso Nacional e Internacional de Cooperativas Gubernamentales.
Ese evento cooperativo fue dedicado a la preservación del ambiente por lo cual durante el mismo no se usó papel, ni lápices ni bolígrafos, entregando a cada participante un dispositivo electrónico que hacía las funciones de esos instrumentos análogos.
Ramón Antonio Diaz tuvo a su cargo la presentación de los tablones y pilotes de ese material, producidos por COOPRECICLA, explicando además las ventajas de la madera plástica y la contribución a evitar la deforestación y poder usar racionalmente los desechos de ese material (fundas, botellas, tapas y otros).
Díaz dijo que la madera plástica ya no es un ideal referido solo al extranjero al explicar que está en desarrollo el trabajo de COOPRECICLA, produciendo tres toneladas cada día, que evita la deforestación de treinta árboles diarios en alguna parte del mundo y que es vendida en Maimón a 800 dólares la tonelada, 200 dólares menos que su precio a nivel comercial.
Llamó a las cooperativas a que ingresen como dueñas del negocio de la madera plástica, aprovechando la experiencia de COOPRECICLA, y estableciendo plantas de reciclaje en los diversos puntos del territorio dominicano.
Ventajas
Dijo que mucha gente y sin razón se ha demonizado el plástico, porque ese material no es malo en sí mismo y es muy útil para una serie de necesidades humanas, pero que debe ser usado correctamente sin tirarlo indiscriminadamente al ambiente.
Díaz dijo que el plástico es un material noble que ha servido mucho a las necesidades humanas.
Sostuvo que la madera plástica es resistente a la humedad y las inclemencias del tiempo, tiene mayor duración, no propaga el fuego, no transfiere el calor del medio ambiente, no se decolora, no sufre desgastes, ni erosión, no atrae bichos, ni plagas, tiene la misma dureza que la madera orgánica y no requiere mantenimiento.
Diaz dijo que es adecuada para viviendas, muebles urbanos, verjas y cercas, y como material de construcción en general para estructuras medianas y grandes. Explicó
Explicó que lavarse fácilmente, no se raja ni astilla y es mucho más resistente al paso del tiempo y en caso de incendio no propaga el fuego, se consume sin avivarlo, caso contrario de lo que ocurre con la madera.
El mal manejo
Díaz dijo que en el mundo cada año se lanzan al mar 400 millones de toneladas y que a las aguas marinas se estima que se lanzan 5 billones destrozos de plástico.
Dijo que solo en el Río Ozama se ha calculado que se han vertido dos mil 300 toneladas de plástico, en los últimos años.
El expositor rechazó que se demonice o maldiga el plástico indicando que es un material versátil, valioso, resistente y sirve para empacar el 50 % de los productos de consumo del mundo y que las tuberías de PVC constituyen la mejor forma de llevar agua a las viviendas y agregó que las bolas de billar que antes eran de marfil, por lo que suponían el sacrificio de esos animales, ahora son de plástico.
Diaz insistió en que la alternativa de la madera plástica evita los muchos años (entre 150 y mil años) que tardan en degradarse una funda plástica o una botella.
Aproximadamente, indica Díaz, al año se fabrican más de 100 millones de toneladas de este material, con lo que la contaminación de los plásticos en el medio ambiente lejos de desaparecer, cada vez es mayor.
De esos 100 millones de toneladas de plástico, 13 millones de toneladas acaban en los océanos. Y, lo peor, es que en el mar no hay fronteras y que, probablemente, acaben varadas en cualquier parte del mundo.
Lo que sí es un precedente importante es que se trata de la primera oportunidad en que esta producción está a cargo de una cooperativa de reciclaje que ha iniciado su producción, iniciando con tres toneladas diarias y se está invitando a que otras cooperativas a ingresar a la actividad con criterio empresarial y social.
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