Pedro Guzmán/elaudaz.net

San Pedro Sula, Honduras, 25 de julio de 2024 – En el marco de la III Convención Internacional del Cooperativismo y la Economía Social (CICES 2024), Manuel Aldrete presentó la fascinante historia y el impacto del verdadero chicle orgánico, CHICZA, un producto sostenible que destaca por su respeto al medio ambiente y su modelo de comercio justo.

Chicza es un chicle 100% natural, se cosecha de manera sustentable de los árboles del chicozapote en la Selva Maya. Es orgánico certificado y biodegradable producido por consorcio de cooperativas bajo un esquema de comercio justo.

Aldrete comenzó su exposición con una reflexión sobre la situación actual en América Latina y la importancia de invertir en el fortalecimiento de las capacidades productivas y la identidad de nuestros pueblos. Enfatizó que las economías sociales y solidarias pueden generar riqueza de manera distinta, orientada hacia el bien colectivo y el desarrollo sostenible.

Origen y Producción de CHICZA

El chicle CHICZA se produce en la selva Maya del estado de Quintana Roo, México. Aldrete destacó que CHICZA es el único chicle verdaderamente orgánico, fabricado a partir de ingredientes biodegradables y naturales como el látex de chicosapote, jugo de caña, jarabe de agave y extracto de hierbabuena. Este proceso no solo es sostenible, sino que también contribuye a la preservación de la selva tropical y apoya a las comunidades locales.

La producción de CHICZA tiene raíces profundas en la historia. Hace 120 años, el empresario estadounidense Thomas Adams llegó a México buscando resinas naturales. Al descubrir el chicle masticado por los locales, vio una oportunidad de negocio que llevó a la creación del chicle comercial. Sin embargo, a diferencia del chicle comercial actual, que está hecho de plástico y contaminantes, CHICZA se mantiene fiel a sus orígenes naturales y sostenibles.

Más informacion en : https://chicza.com/

Impacto Social y Económico

La producción de CHICZA no solo se centra en el producto final, sino también en el impacto social y económico para las comunidades involucradas. Las 46 cooperativas en Campeche y Quintana Roo, que participan en la producción de CHICZA, reciben beneficios directos de las ganancias, asegurando una distribución equitativa y apoyo a actividades locales. Además, la producción de chicle proporciona empleo y oportunidades de desarrollo para las familias de estas regiones.

Aldrete subrayó la importancia del comercio justo en el modelo de CHICZA, donde los consumidores contribuyen directamente al bienestar de las comunidades productoras. Al comprar CHICZA, los consumidores apoyan una cadena de suministro ética y sostenible que promueve el desarrollo económico y social de las comunidades rurales en México.

La exposición de Manuel Aldrete en CICES 2024 destacó la relevancia de proyectos como CHICZA, que combinan sostenibilidad, comercio justo y desarrollo comunitario. CHICZA no solo ofrece un producto natural y saludable, sino que también representa un modelo de negocio que respeta y fortalece las economías locales, demostrando que es posible generar riqueza de manera justa y sostenible.

CICES 2024 continúa hasta el viernes 26 de julio, ofreciendo un espacio para el diálogo y la colaboración entre cooperativas y promotores de la economía social y solidaria de todo el mundo.

 

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