Proponemos un diálogo constructivo respetuoso y documentado, para explorar alternativas que fomenten el crecimiento y la sostenibilidad del sector cooperativo
José Alfredo Martínez. Consultor económico
Como cooperativistas, debemos hacer incidencia en los espacios comunicacionales para que la opinión pública y a las autoridades pertinentes tengan conocimiento de nuestra firme oposición a las pretensiones de imponer tasas impositivas sobre los excedentes generados por nuestras cooperativas. Con la convicción de que esta medida no solo es injusta, sino que también va en contra de los principios fundamentales que rigen el modelo cooperativo.
Las cooperativas se fundamentan en principios de ayuda mutua, solidaridad y desarrollo comunitario. Imponer impuestos sobre los excedentes significa desvirtuar estos principios, ya que los recursos generados se reinvierten en la comunidad y en el bienestar de nuestros socios.
La imposición de tasas impositivas sobre los excedentes podría limitar nuestra capacidad para invertir en proyectos que beneficien a nuestros miembros y a la comunidad en general. Esto podría resultar en una reducción de empleos, menos servicios y un estancamiento en el desarrollo local.
La naturaleza sin fines de lucro de las cooperativas se vería comprometida, desviando recursos que deberían destinarse al bienestar de sus miembros y la comunidad hacia obligaciones fiscales.
Las cooperativas están sometidas a un régimen fiscal diferenciado que busca fomentar su desarrollo.
Las cooperativas son entidades que operan con márgenes reducidos y reinvierten sus ganancias para el beneficio colectivo. La carga impositiva adicional podría crear una desigualdad frente a otras formas de organización empresarial que no enfrentan las mismas restricciones fiscales, lo cual es contrario al principio de equidad.
Está demostrado que en aquellos países en donde se le han aplicado tasas impositivas a las cooperativas el impacto sobre crecimiento, desarrollo y las operaciones ha sido desastroso provocando la desaparición de una cantidad importante de ellas dejando a sus asociados y las comunidades sin esas herramientas de inclusión social y económica.
En lugar de imponer tasas impositivas sobre los excedentes, proponemos un diálogo constructivo para explorar alternativas que fomenten el crecimiento y la sostenibilidad del sector cooperativo. Algunas de estas opciones podrían ser:
Incentivos Fiscales: Proporcionar beneficios fiscales a las cooperativas que reinviertan sus excedentes en proyectos comunitarios.
Fomento a la Educación Financiera: Implementar programas que fortalezcan la gestión financiera dentro de las cooperativas, asegurando una mayor transparencia y eficiencia en el uso de los recursos.
Colaboración Público-Privada: Establecer alianzas estratégicas entre el gobierno y las cooperativas para abordar problemas sociales y económicos comunes.
Debemos hacer un llamado al gobierno y los sectores de toma de decisiones para que reconsideren la importancia social y económica de estas instituciones de la economía solidaria y que en cambio se comprometan a trabajar junto a las cooperativas en busca de soluciones que fortalezcan el sector cooperativo para que en conjunto podamos construir un futuro más justo y próspero para todos.
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