CIUDAD DE CUENCA. Ecuador. La presidenta del Comité de Equidad de Género de Alianza Internacional de Cooperativas ACI, pidió a las cooperativas a igualar las mujeres y hombres en esas empresas. Explicó la especialista que el trabajo de las mujeres y los hombres tiene el mismo valor.

La licenciada Xiomara Núñez de Céspedes recomendó que las cooperativas establezcan para un número determinado de puestos para las mujeres en los Comités de Dirección Comité Ejecutivo.

La presidenta del Comité para el Desarrollo de la Mujer de la Cooperativa de Servicios Múltiples de Profesionales de Enfermería COOPROENF, hablando ante el I Foro Económico Internacional, sostuvo que  es preciso garantizar la igualdad de remuneración y el acceso a puestos de trabajo tradicionalmente reservados a los hombres.

Núñez, vicepresidenta del Comité de Mujeres Cooperativistas del CONACOOP, entiende que  la brecha salarial de género se define como la diferencia entre la media de ingresos entre hombres y mujeres con relación a la media de ingresos de los hombres.

Según el informe anual del Foro Económico Internacional de Naciones Unidas, las mujeres ganaron en 2015 una media de 10.000 dólares al año menos que los hombres desarrollando el mismo trabajo.

A continuación, parte de los conceptos emitidos por la especialista dominicana:

La población femenina mundial es similar a la de los varones, pero esta igualdad no se refleja en el mundo laboral, un hecho que influye negativamente a las economías debido al desaprovechamiento de gran parte de la población activa.

El 42,5 por ciento de las trabajadoras domésticas en el mundo “no gozan de un régimen de salario mínimo a pesar del hecho de que en los países en los que trabajan, los salarios mínimos sí que se establecen para los demás trabajadores”.

Las mujeres generan el 37% del PIB mundial en una actualidad donde prima la disparidad entre ambos géneros.

Xiomara Núñez de Céspedes, dirigente cooperativista femenina nacional e internacional.

Ante esta situación, el Instituto McKinsey ha publicado un estudio en el que advierte que en un presumible escenario donde se diera un alto grado de paridad e igualdad entre hombres y mujeres que desarrollan el mismo trabajo se añadirían hasta 28 billones de dólares a la economía mundial en 2025, lo que supondría un incremento del 26% del PIB.

Para alcanzar estas cifras se destaca que el 75% del trabajo no remunerado lo realizan las mujeres. Resolviendo este problema se añadirían hasta 10 billones de dólares, una cifra que se traduciría en un aumento del 13% del PIB global

Para acelerar el proceso hacia la paridad de género en América Latina, es necesario enfocarse en el empoderamiento económico de la mujer, por lo que se debe priorizar el acceso a la educación, a servicios financieros y digitales, así como asegurar una mayor protección legal y disminuir el tiempo en trabajos no remunerados

Invertir en el empoderamiento económico de las mujeres contribuye directamente a la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el crecimiento económico inclusivo. Las mujeres contribuyen de manera muy significativa a las economías, ya sea en empresas, granjas, como emprendedoras o empleadas o trabajando como cuidadoras domésticas no remuneradas.

La Organización Internacional del Trabajo precisa que se necesita el 30% de mujeres en los puestos de mandos para que la diversidad de género tenga un impacto positivo. Se debe incluir la igualdad en los procedimientos de reclutamiento y selección de personal para garantizar las mismas oportunidades para mujeres y hombres en el acceso a un puesto de trabajo. El tema de equidad de género no se debe abordar sólo como una moda o con una temporalidad, sino que debe ser parte de la visión de las cooperativas, en el fomento de una cultura inclusiva, además de una sociedad y economía más robusta

En las cooperativas: establecer un número determinado de puestos en el Comité Ejecutivo que deben ser integrados por mujeres. Así mismo, es preciso garantizar la igualdad de remuneración y el acceso a puestos de trabajo tradicionalmente reservados a los hombres.

Es importante ampliar la base de información de las cooperativas sobre la participación de la mujer, el número de socias, la cantidad de mujeres en puestos de dirección, su participación en actividades de formación y capacitación, la situación de las cooperativas de mujeres y la calidad de participación de la misma en los grupos y empresas mixtas. Es muy importante es diseminar información sobre experiencias exitosas de empresas de mujeres, con el objeto de estimular su acción en aquéllas.

La educación, formación y capacitación por parte de las propias cooperativas constituye un instrumento eficaz para crear condiciones y aumentar las competencias de las mujeres tendientes a lograr un trato igual en el mundo del trabajo. Se refiere a la educación cooperativa como un proceso constante y la formación específica en materia de gestión.

La igualdad en el entorno económico no solo promueve el desarrollo social, sino que también contribuye a un sistema económico propicio para el aprendizaje, la innovación, la productividad y la protección ambiental.

Comenta con Facebook