La Cooperativa de Empleados y Profesores de la UASD aclaró mediante comunicado las razones que limitaron su accionar ante la actual crisis sanitaria. Francisco Luciano, gerente general COOEPROUASD, establece a la comunidad universitaria que la salud financiera de la cooperativa está por encima del compromiso social, y advierte que nunca se repetirán situaciones ya superadas tal como sucedió en el pasado.
A continuación, el texto de la comunicación del licenciado Luciano:
COOEPROUASD: SOLIDARIA Y RESPONSABLE
“Hemos leído con atención las distintas opiniones de algunos socios y no socios, en relación a lo que debe o no hacer la COOEPROUASD, en auxilio de sus miembros en estos momentos de incertidumbre a causa de la pandemia del coronavirus.
Algunos sobredimensionan las posibilidades de la cooperativa, suponiéndole una capacidad infinita, y otros que no han entendido el alcance de las medidas adoptadas en su favor.
La cooperativa ha dispuesto de un crédito mensual para cada socio de RD10, 000.00 (Diez Mil Pesos) en órdenes para adquirir alimentos y de hasta RD$8,000.00 (Ocho Mil Pesos) en órdenes para adquirir medicamentos, mientras dure la crisis, monto que equivale a RD$18, 000.00 (Dieciocho Mil Pesos) mensual para cada socio y que devolverán, sin intereses en un plazo de ocho cuotas, que comenzará a correr luego de que sea superada la crisis. Estos montos serán concedidos sin importar que los socios estén en corte.
Además, se garantiza un mínimo de RD $15,000.00 (Quince Mil Pesos) en un préstamo gerencial a cada socio independientemente a que tengan capacidad de pago o no, para conformar un paquete que suma RD $33,000.00 (Treinta y Tres Mil Pesos) para cada socio, que es igual tres salarios mínimos del país o dos sueldos mininos de la Universidad.
¿Por qué la cooperativa debe mantener los descuentos de préstamos y otros créditos y servicios? Veamos:
La cooperativa recibe RD$74 millones de Pesos al mes, como retención por concepto de ahorros, cobros de préstamos y otros servicios a los sueldos de sus asociados vía nomina administrativa. Es con ese dinero debe atender sus compromisos.
Si esos recursos no se recibieran, estaría impedida de atender a los socios que están en cola a la espera de un préstamo o de un retiro de sus ahorros, pero además se quedaría sin liquidez para pagar los intereses por: Depósitos a Plazo Fijo, Ahorros Especiales, Navideños, Escolar e Infantil y no tendría capacidad para cubrir los compromisos operacionales, tales como pago por seguros de ahorros y préstamos, de autos, farmacias, ópticas y tiendas, etc. Estaríamos decretando su cierre y eso, además de descabellado, sería irresponsable.
La cooperativa tiene una cantidad importante de socios que ahorran para, llegado el momento, hacer uso de los servicios de préstamos, créditos o retiro de sus ahorros y eso no puede ponerse en riesgo y menos en momentos como el actual.
Suele confundirse la solidez con la liquidez de una empresa y categorías que no son equivalentes. Una empresa es sólida cuando la suma de todos sus bienes es menor que la suma de todas sus deudas.
La liquidez es la cantidad de dinero físico que se tiene disponible, en caja y banco, para hacer frente a las necesidades.
La cooperativa es sólida, pero no dispone de liquidez suficiente para atender una demanda para la que nadie en el mundo está preparado, porque a nadie se le avisó previamente lo que ocurría.
Los “firmes” reclamos y los discursos populistas de algunos tribunos actuales, nos llevan a recordar la situación que vivió nuestra cooperativa a consecuencia de la crisis económica que tuvo el país en los años 80s.
Eran tiempos difíciles. Había escases de los productos esenciales, faltaba azúcar, leche, arroz, habichuelas, víveres, gasolina, gas, aceite, etc.
La gente vivía una verdadera calamidad y los salarios eran evaporados por la inflación galopante.
En esas condiciones, se reclamó la acción solidaria de la COOEPROUASD, la dirección de la cooperativa de entonces, fue persuadida por el planteamiento de un grupo de socios “sabios” que recomendó a la cooperativa tomar un préstamo en la banca, para ser pagado en un plazo de doce (12) cuotas y a una tasa de interés del 36% anual.
El mismo grupo de socios “sabios” también recomendó, y la dirección aceptó, que ese dinero se prestara a esos mismos socios, a una tasa de interés del 12% anual y se les cobrara en 36 cuotas.
Esa medida sobreestimó las posibilidades de la cooperativa y el resultado fue que, al quinto mes, esta pasó a llamarse, de COOEPROUASD, a TA’QUEBRA.
Quebrada la cooperativa el grupo de socios “sabios”, la abandonó, se atrincheró en sus respectivas corrientes sindicales y desde allí acusaron de: corruptos, ladrones y malos administradores, a los dirigentes que complacieron sus demandas, sumiendo la cooperativa en una crisis económica y de credibilidad, que luego de una década de muchos esfuerzos y trabajo logramos superar.
Damos garantías de que la COOEPROUASD, hará todo cuanto permita su capacidad para auxiliar a sus asociados, pero para eso debe funcionar adecuadamente.
Francisco Luciano,
Gerente General.
Marzo 26, 2020.
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