Cuando fue aprobada la Resolución No. 6-39 del 6 de junio de 1939, que declara el 30 de Junio de cada año como Día del (la) Maestro (a), por la Secretaría de Estado de Justicia, Educación Primaria y Bellas Artes, que dirigía Virgilio Díaz Ordoñez, jamás se pensó la veneración eterna de nuestra Nación a quien con hidalguía alimenta con su espíritu de sabiduría la iluminación sagrada de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos que cultivan con su esfuerzo y disciplina la tarea de nutrirse del conocimiento para el fortalecimiento del desarrollo de la persona humana.
Dicha fecha fue escogida con motivo del natalicio del Profesor Juan Bosch Gaviño, fecundo escritor dominicano de amplia repercusión en América Latina, destacado como ensayista, novelista, narrador, historiador y educador.
Hoy, al unísono del Día Nacional del (la) maestro (a), renovamos nuestros votos y compromiso por una educación de calidad; al tiempo que honramos la encomiable tarea que realiza cada maestro (a) en favor de la formación integral de nuestros educandos.
Desde la transversalidad de la “civilización del amor” caminamos con profunda voluntad unificadora para que cada maestro (a) sea presencia viva, no solo en bondad y generosidad, sino también a ser un faro que ante la precipitación de una sociedad que se torna impactada por la pandemia no sucumba; sino que inste siempre a la realización humana exitosa producto del trabajo honesto, sumergido en la fuente ética.
El Padre de los Maestros, San Juan Bautista De La Salle, ofrece una salida airosa y honrosa, al establecer que “… No hagáis diferencia entre los deberes propios de vuestro estado y el negocio de nuestra salvación y perfección”; por lo que un (a) buen (a) maestro (a) cooperativista, lo primero que resuelve es el ejercicio de la educación con una raíz de espiritualidad que permita vivir la vocación por el ministerio educativo.
Es por ello, que CONACOOP concretiza su Visión y su Misión asumiendo la concepción ética axiológica (del ser) de su responsabilidad social, sin otra derivación que no sea ayudar a rescatar en el magisterio nacional la confianza pública y privada; ya que un (a) maestro (a) tiene que ser molécula edible, creíble y potable, que dotado de una sensibilidad humana sembrada en principios y en valores de trascendencia solidaria forje desde la Escuela la Patria y detenga el proceso de erosión ética y moral que socava los cimientos de nuestra identidad.
La Historia de la Humanidad está inspirada en la devota bondad enriquecedora del (la) maestro (a); por lo que CONACOOP damos hoy nuestro reconocimiento y rinde homenaje a la relevancia social y humana del (la) maestro (a) trascendente, responsable, innovativo (a), transformador (a) sin llegar a la iatrogenia; a maestro (a) perseverante que con fuerza moral se erige con firmeza, a maestro (a) que se nutre de la convicción de su oficio para motorizar disciplina personal y disponibilidad de escucha, a maestro (a) que en la ecuanimidad de su moderación y equilibrio sabe administrar el poder del conocimiento; a maestros (a) del laudo cooperativista, que con su práctica de vida ha demostrado que la ética no se enseña con discurso, sino con una disposición de vida sumida en el respeto a la norma y en la aplicación de la correcta sanción a quien la constriñe.
Desde el CONACOOP expresamos inmensa gratitud a cada maestro (a) por su abnegada labor y vocación de servicio en beneficio de nuestra sociedad; y que desde su atrio magisterial siga abonando el fortalecimiento de los valores cívicos y Principios Cooperativos como plataforma de forjar nobles ideales en Fe, Fraternidad y Servicio.
Maestro (a) es quien enseña en certeza y forma en firmeza; haciendo que sus discípulos (as) pasen por corazón, no por sus manos.
Maestro (a) es luz al amanecer y gloria al atardecer que motiva a vivir en simplicidad y pureza de verdad por encima de la razón.
Maestro (a) anima a crecer en voluntad del amor trascendente para construir esperanza en la libertad del valor humano.
Felicidades maestros (as) en su Día. Bendiciones en abundancia, sembrando en tierra fértil con la excelencia que se produce la abnegación y el espíritu solidario.
Jorge Eligio Méndez, Presidente CONACOOP
Consejo Nacional de Cooperativas.
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