SANTIAGO.- El presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa La Altagracia recomienda el enfoque que tiene esa empresa social y solidaria, respecto de la forma correcta de gestionar el talento humano.
Rafael Narciso Vargas, en su mensaje mensual, que publica la página de La Altagracia, establece : “La revolución 4.0 que vivimos en la actualidad ha dado nacimiento a una sociedad hiperconectada por los distintos dispositivos y sistemas (Smartphone, PC, Tablet, servidores, entre otros) con personas que pueden acceder las 24 horas del día, 365 días del año, a demandar productos y servicios los cuales requieren de un motivado y empoderado capital humano, capaz de darle respuesta a las necesidades de los clientes con la calidad y prontitud que demandan.
Las cooperativas somos empresas de producción, trabajo y servicios que no estamos al margen de esta tendencia de mercado porque nuestros socios son parte del ecosistema macroeconómico y son bombardeados consistentemente con ofertas de todo tipo por los distintos canales de promoción y venta de las empresas que coinciden en el macro mercado.
Para poder estar a la vanguardia, en cuanto atender la demanda de los distintos productos y servicios que ofrecen las instituciones de economía solidaria, es imprescindible contar con un personal competitivo que conozca nuestros socios, opere eficientemente los sistemas de información, promueva la marca cooperativa, analice datos y tendencias, tome decisiones con base a informaciones estadísticas de su empresa cooperativa para ofrecer solución idónea a los problemas del día a día y estar atento a las necesidades de los clientes-socios para generar ideas y propuestas innovadoras.
Lo anterior es clave para definir el tipo de política de gestión del talento humano que debemos implementar, fundamentados en estrategias innovadoras que permitan brindar un servicio de excelencia en beneficio de los objetivos de la organización. Lo primero es definir la visión y misión con la cual gestionar el capital humano y no verlo como si fuera administrar personal, en interés de lograr que las personas contratadas se sientan y actúen como socios-dueños de la organización, que participen activamente en un proceso de desarrollo continuo a nivel individual y organizacional y que sean los protagonistas de cambios y mejoras.
Atraer los mejores talentos y profesionales es una tarea que demanda de un equipo eficaz y competitivo para reclutar, capacitar y desarrollar al personal que debe atender los clientes internos y externos, lograr el cumplimiento de las metas asignadas, ser resilientes y estar dispuesto a la mejora continua, con actitud mental abierta a los cambios. Es sumamente importante cuidar la imagen de la marca proyectando estabilidad, oportunidades de crecimiento y desarrollo de habilidades, horarios flexibles, paquete salarial y de compensaciones competitiva, un clima de trabajo cómodo, salarios emocionales (tiempo libre, salud, bienestar), liderazgo y confianza.
Los razonamientos anteriores necesitan ser implementados con una pertinente política de reclutamiento, observando las fases de análisis de necesidades, reclutamiento, selección e incorporación a la organización. El consabido proverbio popular que dice: ‘’La mejor cuña es la que sale del mismo palo’’ nos enseña que debemos apostar por el reclutamiento interno, dando oportunidad de crecimiento al personal ya contratado, pues esto estimula la adquisición de nuevas competencias académicas si se tienen expectativas de poder crecer en la institución.
En definitiva, la gestión del talento humano tiene que tener en cuenta la naturaleza solidaria de la cooperativa, la apuesta por intuir un plan de carrera interno, un claro manual de puestos y funciones con perfiles definidos (competencias duras y blandas) y promover un sano clima organizacional para poder mantenernos como empresas atractivas para los profesionales que se necesitan en el organigrama de la organización.
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